La salida del Reino Unido de la Unión Europea deja a la Premier League pendiente de concretar el marco legal, pero con la certeza de que los clubes ingleses se verán afectados económica y deportivamente
DEIA.EUS - Eduardo Oyarzabal
el Brexit ya está aquí. El Reino Unido sale de la Unión Europea. Y mientras tanto, el fútbol inglés, su Premier League, la liga más poderosa del planeta económicamente, vive enfrascado en la ignorancia, colmado de incertidumbre. Sin embargo, el Brexit tendrá un impacto. Sacudirá la competición. Se desconoce cuánto, cómo y cuándo. El discurso generalizado de los protagonistas del balón en Inglaterra es, como dijo Platón, "solo sé que no sé nada". Todo dependerá de la dureza del Brexit, de cómo resolverán la Unión Europea y el Reino Unido el movimiento de trabajadores, porque hasta ahora el acceso era libre.
Se impondrán trabas en el trabajo de los futbolistas, que no vivirán ajenos al resto de los trabajadores, aunque quizás se conviertan en una casuística de excepción, porque en el Reino Unido el Brexit interesa desde el plano político y económico, pero no tanto en el deportivo. En este nuevo marco, la Premier corre el riesgo de debilitarse debido a una reducción de libertad de movimientos en los traspasos. Ello teniendo en cuenta que la máxima competición inglesa es el mercado más potente en cuanto a inversión en contrataciones.
Antes de la llegada del Brexit, cualquier futbolista con la nacionalidad de un país de la Unión Europea podía firmar contratos sin la necesidad de permisos de trabajo o visados. En la actualidad, alrededor de un tercio de los jugadores de la Premier son de origen inglés; el 64% son extranjeros y, entre ellos, el 45% son comunitarios. Nueve de los veinte entrenadores de la Primera División inglesa son forasteros.
prohibido menores de 18 Hasta ahora, los clubes ingleses podían captar a jóvenes comunitarios que más tarde serían considerados como formados en Inglaterra, pero esto queda prohibido. No se podrá contratar a jugadores menores de 18 años. De este modo, las entidades inglesas no podrán plantar competencia a los clubes del resto de la Unión Europea a la hora de captar talento joven. Se acabarán casos como el de Cesc Fábregas (Arsenal) o Paul Pogba (Manchester United), adquiridos antes de alcanzar la mayoría de edad. La consecuencia tendrá un impacto en las finanzas, ya que el coste de un jugador por explotar es inferior al de un futbolista contrastado.
En cuanto a los foráneos, el marco actual permite ofrecer contratos a jugadores extranjeros que hayan disputado al menos el 30% de los partidos con su selección en los dos últimos años, siempre y cuando dicha selección esté situada entre los diez primeros puestos del ranking de la FIFA. Si el país de origen está entre los puestos 11 y 20, ha debido de jugar el 45%; si está entre el 21 y el 30, el 60% y si la selección está peor clasificada, el 75%.
O sea, futbolistas como César Azpilicueta, Juan Mata o Marcos Alonso no cumplirían con la premisa. De hecho, la mayoría de los 27 jugadores procedentes de España, segundo país que más trabajadores invitados aporta a la Premier después de Francia (29), no podrían recalar en clubes ingleses. Según una investigación publicada por The Guardian, dos de cada tres futbolistas de la Unión Europea no conseguirían un visado al no cumplir los requisitos. También se contemplan casos a la inversa, que jugadores británicos, como Gareth Bale, podrían perder su condición de comunitarios.
Cuando la máxima división inglesa comenzó a multiplicar sus fichajes, muchos críticos alzaron la voz argumentando el entorpecimiento que suponía para el desarrollo del fútbol inglés, lo que solapaban a los humildes resultados de la selección inglesa. El único gran título de Inglaterra, donde se autoproclaman inventores del fútbol, se remonta a 1966, cuando ganó la Copa del Mundo. Las medidas, desde luego, brindarían oportunidades a un mayor número de futbolistas locales, y la formación adquiriría un papel más relevante. Según un estudio elaborado por el Cies Football Observatory, en una década, desde el curso 2009-10 hasta el 2018-19, los futbolistas ingleses han visto reducida su participación en minutos del 40% al 35%. Esta temporada, el equipo con más británicos es el Sheffield United, con un total de 17 en una plantilla de 27 integrantes.
Respecto a las competiciones, el hecho de que el Reino Unido no esté integrado en la Unión Europea no debería influir en la participación de los clubes ingleses en competiciones europeas. Ucrania no forma parte de la Unión Europea pero sus equipos compiten en la Europa League o la Champions League. A nivel de selecciones sucede lo mismo en, por ejemplo, la Eurocopa.
pérdida de poder económico Desde que en 2016 se celebró el referéndum sobre el Brexit, los clubes han perdido poder adquisitivo debido a la depreciación de la libra esterlina cerca de un 20% con respecto al euro. Esto ha encarecido los fichajes. Otro argumento para un previsible encarecimiento serán las pujas en las que participarán las entidades inglesas por aquellos jugadores que cumplan con los requisitos para poder jugar en la Premier.
Asimismo, se intuye una merma en los ingresos que llegan a los clubes originados por la venta de los derechos de televisión -principal motivo del potencial económico de la liga inglesa- si se dan salidas de estrellas o estas no llegan a la competición. Por otro lado, pueden surgir problemas con los seguidores de los equipos ingleses que se desplacen por Europa.
Por el momento seguirá impuesta la incertidumbre sobre el nuevo mapa del fútbol inglés, pero, salvo que se convierta en un oasis dentro del mundo laboral, en un paraíso de salvedades, la Premier League se verá afectada en lo económico y en lo deportivo.
https://www.deia.eus/deportes/futbol/2020/02/03/afectara-brexit-premier-league/1015514.html
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