Hola a tod@s:
No resulta nada sencillo escribir hoy, horas después de una derrota dura, de
esas que duelen y dejan un sabor de boca especialmente amargo. Recibir tres
goles en apenas siete minutos supone un golpe muy duro para cualquiera, sobre
todo cuando sientes que, hasta ese momento, has hecho bastantes cosas bien. Creo
que es justo decir que en la primera parte el juego estuvo parejo, con un
comienzo de partido bueno por nuestra parte y unos minutos finales antes del
descanso en los que ellos apretaron más. Sin embargo, el 1-0 nos hizo demasiado
daño y el rival supo aprovecharlo.
Creo que es bueno que el próximo partido llegue cuanto antes, el miércoles,
porque nos va a permitir no pensar más en lo sucedido en White Hart Lane y
concentrarnos totalmente en el choque ante el West Ham. En realidad, es uno de
los encuentros más importantes de la temporada, y no podemos permitirnos entrar
a ese partido con un ápice de tristeza o decepción. Al contrario, tenemos que
ser conscientes de que en Boleyn Ground tenemos una oportunidad extraordinaria
de estar en Wembley y dar a nuestros aficionados lo que se merecen: un motivo de
alegría esta temporada.
Luego regresaremos a Old Trafford para recibir al Aston Villa en uno de los
últimos partidos de la temporada en casa, pero eso será más adelante. Ahora
mismo sólo pensamos en el ‘replay’ de cuartos de final de la FA Cup.
Mientras, en España la Liga se ha puesto interesante tras volver de vacío el
Barcelona de San Sebastián y las victorias de Atlético y Real Madrid frente a
Espanyol y Eibar. El equipo azulgrana está teniendo más problemas para sacar los
partidos adelante en el momento clave de la temporada y eso, unido al esfuerzo
que supone la Champions League, ha vuelto a apretar la lucha por el título.
Más allá del deporte, esta semana se estrena un cortometraje muy especial del
que tengo la fortuna de formar parte. Se titula ‘El mundo de Mao’, se ha
exhibido por primera vez en Madrid y el estreno mundial es este viernes en el
XIV Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián. Su protagonista es uno
de los muchos chavales que vieron arrebatada su infancia en el conflicto armado
de Uganda. Como siempre digo, tenemos que utilizar el enorme potencial del
deporte para ayudar a mejorar el mundo o al menos tratar de ayudar a aquellas
personas que lo pasan realmente mal.
Abrazos, que paséis una buena semana, y a olvidar cuanto antes esos siete
minutos malditos, y pensar que aún quedan partidos para terminar la temporada de
la mejor manera posible. A seguir hacia delante,
Juan
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